TAO TE KING - XVII
Cuando gobierna un Gran soberano,
el pueblo apenas se da cuenta de su
existencia.
Ama y alaba a los gobernantes menos grandes,
teme a los inferiores,
y desprecia a los malos.
¡Con cuánta prudencia hay que medir las
palabras!
Cuando las obras están acabadas
y los asuntos siguen su curso,
toda la gente piensa:
"Somos libres".
(Lao
Tsé, traducción de R. Wilhelm)
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