Las
palabras que dicen la verdad no son hermosas,
las
palabras hermosas no dicen la verdad.
El
mérito no quiere persuadir,
la
persuasión carece de mérito.
El
sabio no es culto,
y
el culto no es sabio.
El
sabio no acumula posesiones.
Tanto
más posee
cuanto
más hace por los demás,
y
cuanto más da a los otros,
tanto
más tiene.
El
TAO del Cielo es alentar sin perjudicar.
el
TAO del Sabio es obrar sin rivalizar.
(Lao
Tsé, traducción de R. Wilhelm)
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