TAO TE KING - XXXVIII
Quien
aprecia mucho la Vida,
nada
sabe de ella,
por
eso la posee.
Quien
no aprecia la Vida,
e
intenta no perderla,
no
la tiene.
Quien
estima la Vida,
no
actúa, ni tiene propósitos.
Quien
desprecia la Vida,
actúa
y tiene propósitos.
Quien
estima el amor, actúa,
pero
carece de propósitos.
Quien
estima la justicia
actúa
y tiene propósitos.
Quien
estima la moral, actúa,
y
si no le respondes,
agita
los brazos. amenazante,
tratando
de arrastrarte.
Cuando
se pierde el SENTIDO, entonces la VIDA.
Perdida
la VIDA, entonces el amor.
Perdido
el amor, entonces la justicia.
Perdida
la justicia, entonces la moral.
La
moral es la carencia de fe y lealtad,
y
el comienzo de la confusión.
La
premeditación no es más que la ilusión del SENTIDO,
y
el principio de la necedad.
El
hombre recto se atiene a la totalidad
y
no conserva la parte.
Vive
en el Ser, no en la ilusión.
Abandona
ésta y se atiene a aquel.
(Lao
Tsé, traducción de R. Wilhelm)
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