TAO TE KING - LXI
Un
gran reino que se oriente como el agua descendente,
logrará
unir en sí las corrientes del mundo.
Este
reino es la parte femenina del mundo.
Lo
Femenino, por su quietud,
vence
siempre a lo Masculino.
Su
quietud lo mantiene humilde.
Si
un gran reino se subordina a otro pequeño, lo gana.
Si
el pequeño se subordina al grande, es aceptado.
Uno
de ellos, por mostrarse humilde, gana,
el
otro es ganado por su humildad.
El
gran reino sólo quiere
unir
y alimentar a los hombres.
El
pequeño, lo que busca es
participar
en el servicio de los hombres.
Así,
cada uno consigue lo que pretende,
pero
el grande debe mantenerse humilde.
(Lao
Tsé, traducción de R. Wilhelm)
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