TAO TE KING - LXXX
Aunque
el país fuese pequeño
y
tuviera pocos habitantes,
impide
que se usen instrumentos
que
multipliquen la fuerza de los hombres.
Procura
que el pueblo dé importancia a la muerte
y
no viaje hacia la lejanía.
Aunque
existan buques y carros,
nadie
debería ir en ellos.
Aunque
hu8biese armaduras y armas,
nadie
debería desplegarlas.
En
vez de emplear la escritura,
haz
que el pueblo use de nuevo las cuerdas anudadas.
Procura
que su comida sea sabrosa,
y
hermosa su vestimenta,
pacífica
su morada,
y
alegres sus costumbres.
Aunque
los países vecinos estuvieran tan cerca
que
se oyese el canto de los gallos
y
los ladridos de los perros de uno y otro lado,
la
gente debería morir, anciana,
sin
haber cruzado la frontera.
(Lao
Tsé, traducción de R. Wilhelm)
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