TAO TE KING - LVI
El
sabio no habla.
El
locuaz no sabe.
Cerrar
la boca,
obstruir
las puertas,
mellar
el filo del espíritu,
desenredar
la confusión de los pensamientos,
moderar
el brillo,
armonizar
las cualidades terrenales.
En
esto consiste la misteriosa unión con el SENTIDO.
Quien
está unido a él no se deja influir por el amor,
ni
por la frialdad.
Es
indiferente a las ganancias, a las pérdidas.
Es
indiferente al esplendor, a la desgracia.
Por
eso es el más noble de la Tierra.
(Lao
Tsé, traducción de R. Wilhelm)
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