Lo que está a medias, será completado.
Lo que está torcido, enderezado.
Lo que está vacío, llenado.
Lo que está viejo, renovado.
Quien tiene poco, recibirá.
Quien tiene mucho perderá.
Por eso, el Sabio
abraza la Unidad
y sirve de ejemplo al mundo.
No pretende lucir por sí mismo
y alcanza la iluminación.
Él mismo no pretende ser nadie,
y brilla.
No se vanagloria,
por ello acaba sus obras.
No da importancia a su persona,
y los otros lo realzan.
Porque nadie en el mundo rivaliza
con quien no compite.
Lo que dijeron los antiguos,
por cierto, no son palabras vanas:
"Lo que está a medias, será
completado."
Esto incluye la perfección auténtica.
(Lao
Tsé, traducción de R. Wilhelm)
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